sábado, 26 de marzo de 2016

Disparos

En la oscuridad no se ve con claridad,
mis pensamientos me han cogido de rehén
y mi mente no para de pasearse por nuestros infiernos.

Ponme la pistola en la boca,
ya me encargo yo del resto.

Mi cabeza siempre al filo del precipicio de mis demonios,
me paseo mirando el abismo con ojos de loca,
ya la cordura la perdí intentando agarrar la cuerda
de mis miedos.

Todos nos cansamos de quemarnos.

La pistola sigue ahí,
sujeta por ti,
entre mis dientes que aprietan como si de tu cuello se tratara,
y te sigo mirando atenta
sin pedirte que hagas nada.

La pistola, el precipicio, y mis demonios,
todo sigue igual,
salvo tú y yo,
estamos debatiéndonos entre vivir o morir,
salvar o matar,
quedarnos o marcharnos.

Mi mente desgarra mis pensamientos,
y me imagino la vida sin tu calor,
sin tu presencia,
y duele, joder que si duele,
sin ti todo duele.

Y me quedo en silencio,
imaginando tu disparo,
y creo que prefiero morir,
que me mates,
marcharme.
De qué me sirven los días, sin ti.

Me rindo, dispara.

viernes, 25 de marzo de 2016

Logros

No soy partidaria de los “para siempre”
pero tú me haces creer
en la infinidad del tiempo.
Me haces ver que “amor” es una simple
palabra al lado de tu mirada.
Me haces sentir que la realidad es alternativa
porque puedo elegir entre quererte un poco más hoy
y que ya mañana será otro día.
Me haces frágil para protegerme
y que ni siquiera el mismísimo diablo se me acerque.
Me haces fuerte para estar ahí cuando tú
no puedas dar lo mejor de ti.
Me haces volverme sonrisa
y que quiera pasearme siempre por el precipicio de tu clavícula.
Me haces libre para que elija quedarme siempre
en tus pupilas.
Me haces mal para que la codicia de querer
convertirte en vicio sea la mejor de las vorágines.
Me haces bien y no tienes más que ver mi sonrisa
al sentirte mío.

Me haces ser, y eso solo lo has conseguido tú.

sábado, 12 de marzo de 2016

Infinitivo

Te juro que en mi vida he
querido así,
como si fueras muchas cosas a la vez,
y todas me eligieran a mí.
Eres mi antes y después,
el caos de mi perfecto orden,
mis horas del reloj,
mi inmejorable rutina,
el calor de mis sábanas
y mi corazón,
que late bajo mi pecho
pero vive gracias a ti.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Dulces guerras

Hay muchos tipos de guerra,
las quiero todas contigo.

Nuestra cama es el campo de batalla,
nuestras manos las armas.
Besarte como ataque,
que me muerdas como defensa.

Luchemos, hasta desintegrarnos.

Y mientras luchamos,
mi mente hace de las suyas y lucha en solitario.
Y yo,
yo lucho entre abrazarte o besarte,
admirarte o arrodillarme,
acariciarte o tocarte hasta que estalles.

La dulce lucha entre quererte o follarte.