miércoles, 5 de marzo de 2014

Corazones en pedazos y sueños reconstruibles

Quizás esté enamorada 
la idea del amor, 
y aún no me haya enamorado.
O quizás si, yo que sé.

Las contradicciones a veces son maravillosas.

Quizás no me enamoré de ti, 
pero si de la idea tan maravillosa que resultaba 
poder quererte.

Te quise, y de qué manera.
Te quise como nunca he querido a nadie.
Te quise de la forma que no merecías.
Te quise por los dos.
Te quise, hasta dejar de quererme.
Te quise, pero el pasado 
predomina en estas letras 
el presente ya no significas tú 
y el futuro, será sin ti.

Cuando quieres y no te quieren 
dejas de pensar en ti misma,
te olvidas de quién eres.

Te centras en ese amor, 
como si pudieras lograr que la otra persona 
lo sienta.

Y fracasé,
vivía de recuerdos que ni siquiera habíamos vivido.

Me gustaba imaginarnos, 
y qué bonita resultaba la idea 
de que me quisieras.

Jamás lo hiciste.

El tiempo 
y tu ausencia 
jugaron en mi favor.
Y me quiero,
más de lo que un día pude llegar a quererte.

Cada día se rompe(n) un corazón,
pero esta vez, 
no será el mío, 
y tú
no serás el culpable.