miércoles, 11 de noviembre de 2015

Autodestrucción

Tan lejos de mí,
y tan cerca en mi cabeza.

Las ganas insufribles de salvarte
de todo, de todos,
hasta de mis pensamientos
que esos nos dañan a las dos,
a mí por la impotencia de querer
pero no poder,
a ti por mi propio sufrimiento.

Cuando no sabemos
ni yo de ti
ni tú de mí
nos convertimos
en el paradigma del dolor
porque la reciprocidad en el amor,
tenemos la suerte,
y la desgracia
de sufrirla los dos.