sábado, 5 de mayo de 2018

VI

Estoy enamorada de una mente, de ideas, de planes, de guerras. Me resulta tan atractiva que es imposible resistirme a ella, cómo hacerlo si cada vez que me sumerjo me pierdo, si cada vez que la analizo siempre hay algo nuevo, algún plan de guerra o alguna idea terriblemente buena. Una mente que elude problemas con una facilidad aplastante, una mente tan caótica y a la vez tan libre que me dan unas ganas terribles de quedarme a vivir en ella, de acampar al aire libre con sus pensamientos y deleitarme con la más astuta de sus ideas, bailar al compás de sus razonamientos y pedirle ser cómplice de sus guerras, al fin y al cabo, siempre quiero librarlas todas con ella.

jueves, 29 de marzo de 2018

Cadenas

Me gustaría que supieras que no eres ese chico.
Estás muy roto, y eso ya no se puede arreglar.
No crees poder hacerme feliz, y quizás no te falta verdad,
porque hay esperas que se creen dueñas del tiempo,
y de la vida.

No eres ese chico, y lo sé.
Eres letal como la bala que mató a aquel suicida,
tan mortal como un golpe de tus cadenas homicidas.

Eres mi antídoto para tu veneno,
la oscuridad de nuestra luz,
el calor de mis pies fríos,
la duda de mis certezas
y el perfecto detonante para que calme y enloquezca.

Y lo siento, si me gustan los opuestos,
pero es que ganar la apuesta de tu mirada fue mi mejor acierto.

Me encanta que no seas ese chico.
Que no seas cobarde porque eres demasiado valiente.
Que no sepas reconstruirte porque ahí estoy yo, intentando unir las piezas.

Nunca desees ser otro chico,
porque yo quiero de ti cada hueco vacío, cada grieta y cada herida abierta.
Ya sabes que me gustan los precipicios
y tú, eres el más bonito que he visto.

domingo, 23 de julio de 2017

Máxima seguridad

Hay un lugar del que nunca podré escapar,
una jaula muy oscura y repleta de daños
de la que me tuve que ir hace mucho tiempo,
para que cupiera todo lo demás.

Un lugar que me enseñó que el frío quema,
que las lágrimas hay que transformarlas en sonrisa, aunque no quieras.
Que los sueños se convierten en pesadillas
y que el amor es el amante de todas mis tristezas.

Una jaula con unos barrotes hechos a la medida de mis miedos,
que nunca encontraron la solución a aquel “por qué”
y que aunque quiera nunca podré decirles la respuesta.

Es difícil cuando lo que está encerrado eres tú misma, en ti misma.
Cuando tu propia mente es la cárcel de máxima seguridad de cualquier mal.

lunes, 17 de julio de 2017

Lo conseguiremos

Voy a arrancar tu alma rota,
cachito a cachito, mientras la sustituyo por la mía
hasta que te recompongas.

Voy a cuidar lo que queda de la mía tanto
como cuidaré cada trozo de la tuya.
Hasta que no quede nada,
ni de la tuya en ti, ni de la mía en mí.

Y te cuidaré mientras tu cuerpo se habitúa,
a tener esa alma que existe gracias a que tú le diste vida
aquel día que me salvaste de la caída.

Y no te asustes cuando yo no tenga ninguna,
verte a ti feliz hará que siempre parezca que tengo una.

sábado, 27 de mayo de 2017

-10

Tiene el corazón roto y el alma indestructible,
está hecho pedazos que solo quiero cuidar para que no se rompan más,
protegerlo de sí mismo
y quererlo, indefenso y tan defensor.

Es su propio ying
le adjudicaron ser su yang.
Tantos síes y tantos noes, que no sabe lo que es un quizás.

Decisiones intomables que solo él supo tomar,
pérdidas irreparables que nunca podrá superar,
idas y venidas que nunca se podrá perdonar.

Se define como cruel sin saber que fue necesario.
Se define como malo sin saber que así solo fueron con él.

No sabe muchas cosas,
como que ha sido y es el “superhéroe” de muchas personas.
No sabe que salva, que ayuda y desahoga,
que es el fruto bueno de muchas cosas malas.

Tampoco sabe que fue capaz de romper barrotes
para salvar a la chica,
sin importarle la condena ni las consecuencias de sus decisiones.

No sabe que la vida a veces te pone entre espada y espada
y no depende de él una decisión equivocada.

Ni siquiera sabe que es la mejor persona que puede ser cualquiera
después de sobrevivir a un infierno que quemaba todo lo bueno,
menos a él.

Tampoco sabe que la chica de los barrotes
se enamoró de las quemaduras de aquel infierno,
de las cicatrices por intentar atravesar espadas para salvar a quien amaba,
de sus demonios y de sus remordimientos para hacérselos más llevaderos,
de su sí al amor y no a la maldad,
aunque le hubieran enseñado lo contrario.

Me enamoré de él, a pesar de nada y a pesar de todo.