miércoles, 20 de julio de 2016

Feliz

El hombre de mis desvelos y con el único que sueño,
la cima de mis ideas y el abismo de mis problemas.
Capaz de romperme y arreglarme,
en segundos,
como si tuvieras el poder de reconstruirme.

Mi chico con alas que me cubre el corazón
y me alimenta las entrañas con su amor,
un amor de esos que te hacen replantearte la gravedad
y si merece la pena eso de tener los pies en el suelo.

Y yo que solo quiero estrellarme en la cima de tus pupilas
para morir y vivir de por vida.

Estoy hecha a la medida de tus “te quiero”
y es que da igual las veces que me los digas,
siempre me harán sentir como el primer día,
ese día que decidiste acariciarme el corazón
como ese pianista que toca la última pieza de su vida.

Tocarte y volver a repetirte
una y otra vez
hasta que seamos la misma pieza de esa melodía
que tanto me gusta escuchar(te).

Eres ese primer amor que nunca tuve
porque nadie que haya querido está a tu altura,
pero quién lo estaría
si ni siquiera el cielo es capaz de llegarte a los pies.

Desde el primer momento quise a cada uno de tus pedazos,
abracé cada uno de tus miedos
y besé cada una de tus cicatrices,
y es que lo que no sabes es que mataría a todos tus demonios por ti.

Me arrancaría la piel para darte calor
y haría de tus latidos una banda sonora para mi felicidad.

Y tranquilo mi amor,
si desesperas yo te espero, y te calmo,
como lo hiciste tú conmigo aquel día
que te creía perdido
y sin querer me hiciste volver a creer
en que lo malo de nuestro infierno es lo frío que es todo
al no estar en él.

Y joder,
creo que “cumpleaños” y “quiero verte siempre”,
se parecen mucho si los sigue el título de este poema
que le hace, también, mucha justicia
a lo que siempre me has hecho.

Te quiero, amor de mis vidas.

domingo, 10 de julio de 2016

Ausencia

Cadenas que no dejan respirar,
el demonio en forma de tortura,
la sangre a borbotones
y una interminable herida sin cerrar.

La incertidumbre asfixiante,
amante de la desesperación,
follando bajo las sábanas del tiempo
que parece no correr.

La herida continúa sangrando,
no hay escapatoria,
los amantes siguen follando
como si no tuvieran otra opción.

Yo sigo mirando por nuestra ventana,
esperando la frase perfecta,
la definición adecuada,
el sentimiento preciso.

Veo un demonio con heridas abiertas,
cadenas rotas,
el tiempo que no quiere correrse,
y unos amantes desangrándose.

La definición de tu ausencia.