Hay días que pasan de largo, uno detrás de otro, copias casi
exactas y que dejamos pasar sin darles importancia. Pero hay otros que no
siguen la cadena y rompen la monotonía, a veces para bien, a veces para mal. Lo
mismo sucede contigo, muchas cosas no me llenaban y sin embargo, tú, ocupabas
todo el vacío, hasta que un día, de esos que rompen la monotonía, te perdí y me
percaté de que no te volvería a recuperar, y me di cuenta de que la pérdida es
devastadora, no por el simple hecho de saber que te había perdido, sino por el
dolor de ser consciente de que no volvería a verte, de saber que cuando me iba
me esperabas y cuando volvía seguías ahí, y ahora me voy sin que me esperes
y vuelvo sin que estés, ahora, el vacío vuelve a su estado natural, pero con la
única constante de saber que nunca más se podrá volver a llenar.
Escribo para embellecer a mis demonios y sacarlos a pasear bajo el infierno de tu mirada.
miércoles, 31 de diciembre de 2014
domingo, 5 de octubre de 2014
Pájaros que no quieren seguir enjaulados
Lo
nuevo, lo desconocido, el miedo y la incertidumbre. Creo que todos estos
sustantivos y sentimientos van tan ligados como lo está el pétalo a la flor,
hasta que llega una ráfaga de viento y sale disparado rumbo hacia ninguna parte
esperando ser encontrado. Este lugar en donde me encuentro descarriada, es esa
flor, y yo soy ese pétalo, que espera con ansias esa ráfaga de viento que me
lleve directa a ninguna parte, y es que necesito caminar, sentir, vivir,
descubrir… y un largo abanico de verbos que son el preludio del más grande y
perturbante de mis deseos, huir, de esta rutina desgarradora, de estos lugares
monótonos y de mi misma, de esta profilaxis sentimental encarcelada en esa
prisión de alta vigilancia donde a pesar de la imposibilidad sigue ideando
cientos de planes para conseguir liberarse, y llegar, por fin a ese lugar donde
los pájaros de mi cabeza quieren emigrar.
miércoles, 5 de marzo de 2014
Corazones en pedazos y sueños reconstruibles
Quizás esté enamorada
la idea del amor,
y aún no me haya enamorado.
O quizás si, yo que sé.
Las contradicciones a veces son maravillosas.
Quizás no me enamoré de ti,
pero si de la idea tan maravillosa que resultaba
poder quererte.
Te quise, y de qué manera.
Te quise como nunca he querido a nadie.
Te quise de la forma que no merecías.
Te quise por los dos.
Te quise, hasta dejar de quererme.
Te quise, pero el pasado
predomina en estas letras y
el presente ya no significas tú
y el futuro, será sin ti.
Cuando quieres y no te quieren
dejas de pensar en ti misma,
te olvidas de quién eres.
Te centras en ese amor,
como si pudieras lograr que la otra persona
lo sienta.
Y fracasé,
vivía de recuerdos que ni siquiera habíamos vivido.
Me gustaba imaginarnos,
y qué bonita resultaba la idea
de que me quisieras.
Jamás lo hiciste.
El tiempo
y tu ausencia
jugaron en mi favor.
Y me quiero,
más de lo que un día pude llegar a quererte.
Cada día se rompe(n) un corazón,
pero esta vez,
no será el mío,
y tú
no serás el culpable.
la idea del amor,
y aún no me haya enamorado.
O quizás si, yo que sé.
Las contradicciones a veces son maravillosas.
Quizás no me enamoré de ti,
pero si de la idea tan maravillosa que resultaba
poder quererte.
Te quise, y de qué manera.
Te quise como nunca he querido a nadie.
Te quise de la forma que no merecías.
Te quise por los dos.
Te quise, hasta dejar de quererme.
Te quise, pero el pasado
predomina en estas letras y
el presente ya no significas tú
y el futuro, será sin ti.
Cuando quieres y no te quieren
dejas de pensar en ti misma,
te olvidas de quién eres.
Te centras en ese amor,
como si pudieras lograr que la otra persona
lo sienta.
Y fracasé,
vivía de recuerdos que ni siquiera habíamos vivido.
Me gustaba imaginarnos,
y qué bonita resultaba la idea
de que me quisieras.
Jamás lo hiciste.
El tiempo
y tu ausencia
jugaron en mi favor.
Y me quiero,
más de lo que un día pude llegar a quererte.
Cada día se rompe(n) un corazón,
pero esta vez,
no será el mío,
y tú
no serás el culpable.
lunes, 3 de febrero de 2014
Gotas
Y es precisamente la gota que colma el vaso la que más duele, quizás no es la más grande de entre las demás gotas, quizás no sea la más indeleble de todas las gotas que han caído incontroladamente precipitadas en el vaso, o quizás no sea la más intrascendente, sólo es la última, la razón definitiva por la que el vaso se desborda y rebosa todos y cada uno de los fatídicos motivos por los que el dolor se transforma para convertirse en un vacío demasiado lleno.
sábado, 1 de febrero de 2014
Poesía autosuficiente
Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido,
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado,
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido,
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado,
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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