martes, 23 de febrero de 2016

Infierno

Baja a mi infierno por las escaleras de atrás,
no vaya a ser que te vean.
Encuéntrame y rómpeme el alma
para sentir el placer de cómo la reconstruyes.

Qué bonitos son algunos demonios,
pero es que los tuyos son el vórtice
de mi perdición,
y maldita sea,
qué mejor que perderme entre tus monstruos
y que me lleven hasta lo más recóndito
de ti,
y así encontrarte de verdad
y deleitarme con tu oscuridad
y tu belleza.

Hay llenos demasiado vacíos,
también vacíos demasiado llenos,
pero tú llenas mi infierno
y lo conviertes en el mejor de los paraísos.

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